martes, 2 de noviembre de 2010

JOHN WILLIAM COOKE

"Proponerse como reemplazo de las direcciones en mérito a presuntas calidades revolucionarias que se autoconfieren burócratas maniobreros y tremendistas de la violencia son formas diversas de evasión de la realidad. Ambas son concepciones no revolucionarias. Porque entre la no violencia del burócrata y la violencia sin base teórica y sin base moral del tremendismo, la única diferencia viene a ser la violencia, pero despojada de su caracter instrumental, transformada en inmediatez, en respuesta por sí misma suficiente. La no violencia corresponde a una manera de ser, a una modalidad intrinseca de la burocracia reformista; la violencia sin fundamentos teóricos suficientes es también una simplificación de la realidad, supone un expediente (el de la violencia) sacado del contexto revolucionario, desvinculado de la lucha de las masas, es la acción de una secta iluminada. Ambas tienen la misma falla con respecto a la realidad. Una la acata tal cual es; mide la correlación de fuerzas y, como evidentemente el enemigo tiene la máxima concentración de fuerzas material, los tanques, las armas, el dinero, mas las armas y el dinero del imperialismo, se resigna y busca que el régimen le dé entrada con alguna porción de poder compartido; es el neoperonismo y todas las variantes de la burocracia reformista. Al mismo tiempo, el violento porque sí, el que se proclama exclusivamente como "linea dura", cree que esa correlación de fuerzas puede ser modificada por el mero voluntarismo de un grupo pequeño de iniciados; no aspira a un movimiento de masas en que la salida revolucionaria sea la consecuencia lógica y la dirección revolucionaria se convierta en la única posible, sino que aspira a constituirse como vanguardia del movimiento caido de la estratosfera para venir a decirle las verdades reveladas de esa revolución sin fundamento doctrinario, sin base en la realidad, sin otro elemento que la pura demagogia del llamado a la violencia inórganica y anarquica, porque sí"

 "Proponerse como reemplazo de las direcciones en mérito a presuntas calidades revolucionarias que se autoconfieren burócratas maniobreros y tremendistas de la violencia son formas diversas de evasión de la realidad. Ambas son concepciones no revolucionarias. Porque entre la no violencia del burócrata y la violencia sin base teórica y sin base moral del tremendismo, la única diferencia viene a ser la violencia, pero despojada de su caracter instrumental, transformada en inmediatez, en respuesta por sí misma suficiente. La no violencia corresponde a una manera de ser, a una modalidad intrinseca de la burocracia reformista; la violencia sin fundamentos teóricos suficientes es también una simplificación de la realidad, supone un expediente (el de la violencia) sacado del contexto revolucionario, desvinculado de la lucha de las masas, es la acción de una secta iluminada. Ambas tienen la misma falla con respecto a la realidad. Una la acata tal cual es; mide la correlación de fuerzas y, como evidentemente el enemigo tiene la máxima concentración de fuerzas material, los tanques, las armas, el dinero, mas las armas y el dinero del imperialismo, se resigna y busca que el régimen le dé entrada con alguna porción de poder compartido; es el neoperonismo y todas las variantes de la burocracia reformista. Al mismo tiempo, el violento porque sí, el que se proclama exclusivamente como "linea dura", cree que esa correlación de fuerzas puede ser modificada por el mero voluntarismo de un grupo pequeño de iniciados; no aspira a un movimiento de masas en que la salida revolucionaria sea la consecuencia lógica y la dirección revolucionaria se convierta en la única posible, sino que aspira a constituirse como vanguardia del movimiento caido de la estratosfera para venir a decirle las verdades reveladas de esa revolución sin fundamento doctrinario, sin base en la realidad, sin otro elemento que la pura demagogia del llamado a la violencia inórganica y anarquica, porque sí"

 JOHN WILLIAM COOKE, 4 DE DICIEMBRE DE 1964.

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