Desde que el mundo es mundo, hemos tenido que luchar para conseguir cada uno de los derechos obtenidos. Así, gracias al sacrificio de muchas mujeres, pudimos dejar la cocina y salir a estudiar y trabajar.
Peleando por sus convicciones, nuestras abuelas consiguieron el voto femenino y de esta manera llegamos hasta presidenta y primeras ministras, pudimos estudiar y convertirnos en profesionales; medicas, odontólogas, abogadas, arquitectas, contadoras y hasta embajadoras eran imposibles de pensar en los comienzos del siglo pasado. En un mundo pensado por y para el hombre lentamente y con tesón, fuimos imponiendo nuestras ideas. Incursionamos en las artes, en las ciencias, viajamos al espacio exterior, luchamos en las guerras como soldados y hasta nos adentramos en deportes tan machistas como el futbol, el boxeo y el físico – culturismo.
Solo hay un reducto en nuestro país donde todavía no nos afianzamos lo suficiente y es el sindicalismo ¿es porque no somos capaces?
¿Es porque no podemos encargarnos de la defensa de los trabajadores? ¿Es porque no tenemos las agallas para encarar una lucha social y gremial? NO COMPAÑERAS!!!! Todo es porque no nos ocupamos y participamos lo suficiente de las mismas.
Yo se que es complicado después de trabajar 9 horas en la fabrica dar un rato de nuestro tiempo al gremio, que a veces tenemos que dejar mas tiempo solos a nuestras familias, a nuestros hijos; que debemos realizar un esfuerzo mas a los muchos que ya realizamos, pero pensemos que es importante para nosotras y para las próximas generaciones alcanzar nuestras metas.
Durante los años de hierro de nuestro país, cuando nadie osaba alzar su voz para protestar, solo un pequeño grupo de mujeres con un pañuelo blanco en sus cabezas, dando vueltas en circulo a la pirámide de la plaza de mayo, hicieron escuchar al mundo, su silencioso reclamo por las violaciones a los derechos humanos que padecían sus hijos
Peleando por sus convicciones, nuestras abuelas consiguieron el voto femenino y de esta manera llegamos hasta presidenta y primeras ministras, pudimos estudiar y convertirnos en profesionales; medicas, odontólogas, abogadas, arquitectas, contadoras y hasta embajadoras eran imposibles de pensar en los comienzos del siglo pasado. En un mundo pensado por y para el hombre lentamente y con tesón, fuimos imponiendo nuestras ideas. Incursionamos en las artes, en las ciencias, viajamos al espacio exterior, luchamos en las guerras como soldados y hasta nos adentramos en deportes tan machistas como el futbol, el boxeo y el físico – culturismo.
Solo hay un reducto en nuestro país donde todavía no nos afianzamos lo suficiente y es el sindicalismo ¿es porque no somos capaces?
¿Es porque no podemos encargarnos de la defensa de los trabajadores? ¿Es porque no tenemos las agallas para encarar una lucha social y gremial? NO COMPAÑERAS!!!! Todo es porque no nos ocupamos y participamos lo suficiente de las mismas.
Yo se que es complicado después de trabajar 9 horas en la fabrica dar un rato de nuestro tiempo al gremio, que a veces tenemos que dejar mas tiempo solos a nuestras familias, a nuestros hijos; que debemos realizar un esfuerzo mas a los muchos que ya realizamos, pero pensemos que es importante para nosotras y para las próximas generaciones alcanzar nuestras metas.
Durante los años de hierro de nuestro país, cuando nadie osaba alzar su voz para protestar, solo un pequeño grupo de mujeres con un pañuelo blanco en sus cabezas, dando vueltas en circulo a la pirámide de la plaza de mayo, hicieron escuchar al mundo, su silencioso reclamo por las violaciones a los derechos humanos que padecían sus hijos
Compañeras: sigamos su ejemplo y ¡¡¡ DESPERTEMOS!!!!
Maria Rosa Ramos
Aprovechamos este espacio, para mencionar la participación activa de las compañeras trabajadoras de la empresa Montagne, que estuvieron presentes en el plan de lucha y en la movilización al Ministerio, mostrando compromiso con la disputa salarial.
Para ellas, el reconocimiento del rincón de la heroína cotidiana
Para ellas, el reconocimiento del rincón de la heroína cotidiana
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